El 21 de mayo de 2025 ocurrió una masacre familiar en Argentina, que nadie pudo prever. Un suceso que, como una ola de dolor, se propagó rápidamente, dejando una huella imborrable en el corazón de la ciudad de Villa Crespo, un barrio de Buenos Aires. El caso es un relato de dolor, misterio y las inesperadas profundidades de la psique humana, que dejó a una familia entera bajo la sombra de un final trágico.
Ese fatídico día, alrededor de la 1:30 de la tarde, Lucía, la empleada del hogar de la familia Selzer ingresa al domicilio donde trabajaba. Su mirada se encontró con una escena escalofriante: el cuerpo sin vida de Ivo Selcer, de apenas 12 años, yacía en el pasillo. El horror la invadió, y sin dudarlo, salió corriendo en busca de ayuda, alertando a vecinos y, de inmediato, a la policía.
Un Descubrimiento Horrendo y las Primeras Hipótesis:
Los agentes, al llegar a la vivienda, se encontraron con un escenario aún más desolador. El resto de la familia Selzer había sido brutalmente asesinada con un arma blanca, sus cuerpos distribuidos por distintas estancias de la casa. Adrián Selzer, el padre, de 53 años, fue encontrado en su cama con tres heridas en el pecho, sugiriendo un ataque mientras dormía, con un cuchillo al lado. En el baño, sobre el bidé, yacía Laura Luizamón, la madre, de 51 años, con heridas en las muñecas y lesiones mortales en el pecho. Finalmente, en el suelo del comedor, se hallaba Ian Selzer, el hijo mayor de 15 años, con heridas en el pecho y la espalda.
Descartada invasión al domicilio:
La puerta no había sido forzada y la casa no presentaba signos de haber sido revuelta. Esto llevó a descartar de inmediato la hipótesis de un robo. Las heridas defensivas en algunos de los cuerpos, la posición en que fueron hallados y, sobre todo, una carta encontrada en la escena, dirigieron a los investigadores hacia una conclusión que dejó a todos sin aliento. Laura, la madre, habría sido la autora de esta masacre familiar, para luego quitarse la vida.
La Reconstrucción de un Horror y la Clave del Misterio:
Según la reconstrucción de los peritos, la tragedia se desató en las primeras horas del miércoles 21, alrededor de las 6 de la mañana. Se cree que Laura acabó primero con su marido mientras dormía. La ausencia de manchas de sangre adicionales en la cama de Adrián sugiere que no hubo movimiento. Luego, la mujer se habría dirigido a las habitaciones de sus hijos. Ian, el mayor, intentó escapar, pero fue alcanzado por su madre en el comedor, donde finalmente perdió la vida. Las heridas en su espalda y pecho lo confirman. Ivo, el más pequeño, también luchó por su vida, pero su intento de escape culminó en el pasillo, donde su madre le arrebató la existencia.
Hallazgos policiales sobre la masacre familiar en Argentina:
Supuestamente, tras esta secuencia devastadora, Laura escribió una carta. Los investigadores la describieron como un cúmulo de frases ilegibles y sin sentido, el escrito de alguien “que no está en sus cabales”. Luego, la mujer se habría arrastrado hasta el cuarto principal, recostándose junto a su marido ya fallecido, donde se hirió en el pecho antes de arrastrarse hasta el baño, lugar donde finalmente murió. Los forenses no encontraron heridas defensivas en ella, y las lesiones en su pecho coincidían con las de una persona que se las autoinflige.
La carta se convirtió en una pieza fundamental para comprender el delicado momento que atravesaba Laura. En ella se podían leer fragmentos ininteligibles y mezclas de imprenta y cursiva, con frases como “Íbamos a la calle”, “fue mucho todo mal muy perverso”, “Los arruinaba la vida” y “Los amo Mi tel es L”. Los investigadores sospechan que la última frase podría ser la clave para desbloquear su teléfono móvil, lo que abriría una nueva ventana a su estado mental.
Durante el registro de la casa, se encontraron una caja vacía de antidepresivos y un medicamento utilizado para paliar la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar. Esto, junto con la confirmación de su psiquiatra de que estaba bajo tratamiento y que incluso se barajó la posibilidad de internarla (a lo que ella se negó), refuerza la hipótesis de un colapso mental.
Impacto en vecinos, familiares y conocidos:
La comunidad de Villa Crespo, los vecinos y conocidos de la familia Selzer, aún luchan por asimilar la noticia. De puertas para afuera, Laura, Adrián, Ian e Ivo eran una familia ejemplar: Adrián, un reconocido especialista en el mercado de granos, y Laura, una comerciante. Sus hijos, siempre sonrientes y educados, asistían a la escuela. Nadie notó nada extraño, y lo más desconcertante es que el día de los hechos, nadie escuchó nada fuera de lo normal. Lucía, la empleada que los encontró, relató que el comportamiento de Laura había cambiado en las últimas dos semanas: dejó de salir, se volvió más callada, y una frase que le dijo (“Yo me levanto por mis hijos nada más”) ahora adquiere un sentido desgarrador.
Las autopsias ya han concluido, y los familiares han acordado los funerales para este fin de semana. Nora, la hermana de Laura, se encargará de su despedida, mientras que la familia Selzer hará lo propio con Adrián, Ian e Ivo, sumidos en un duelo que la comunidad de Villa Crespo comparte, lamentando esta ola de dolor que ha inundado sus vidas.
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