Una declaración que confirma años de denuncias
El ministro de Salud Pública de Cuba ha confirmado lo que por mucho tiempo se había denunciado desde distintas plataformas internacionales y por los propios trabajadores cubanos: a los profesionales de la salud enviados a cumplir misiones internacionalistas en el extranjero se les retiene el pasaporte durante toda su estancia en el país receptor. La revelación, aunque realizada con una normalidad alarmante, vuelve a poner en el centro del debate los derechos humanos y laborales de quienes se ven envueltos en estas misiones, que han pasado a ser la principal fuente de ingresos del Estado cubano.
Las misiones médicas: ¿solidaridad o negocio?
Durante décadas, el gobierno de Cuba ha promovido las misiones internacionalistas —principalmente las médicas— como una muestra de su solidaridad con los pueblos más necesitados. Sin embargo, tras este discurso humanitario se esconde un modelo económico que ha superado incluso al turismo como fuente principal de divisas. Países como Venezuela, Haití, Jamaica, México, Ecuador, Angola y anteriormente Brasil (hasta la ruptura del convenio bajo el mandato de Jair Bolsonaro) son parte de estos acuerdos, que permiten el envío de personal médico cubano para atender poblaciones vulnerables.

Pero lo que muchas veces no se cuenta es que los médicos y otros colaboradores no reciben el pago completo de su labor. La mayor parte del dinero abonado por los países receptores es retenido por el gobierno cubano. De hecho, el profesional de la salud solo accede a una pequeña fracción del total. Asi mismo, una parte significativa de su salario se manteiene en cuentas bancarias que no pueden ser tocadas hasta que finalicen la misión y regresen a Cuba.
Libertad restringida en nombre del control
La práctica de retener el pasaporte a los médicos es calificada por activistas y abogados como una forma de control coercitivo que restringe el derecho básico a la libertad de circulación. Esto impide que el trabajador pueda moverse libremente, cambiar de país, o incluso pedir asilo en caso de sentirse amenazado o en desacuerdo con su situación. Además, esta medida convierte al colaborador en un rehén administrativo en países muchas veces marcados por la inestabilidad o la inseguridad.

Lo más grave es que muchos de estos médicos los envían a zonas de alto riesgo o a comunidades extremadamente pobres donde su labor es vital. Y aunque su entrega es indiscutible, se ven obligados a cumplir las condiciones impuestas por el Estado cubano. Amenazas constantemente con represalias, incluyendo sanciones o la prohibición de regresar a Cuba en caso de desertar.
El papel de la OPAS: ¿cómplice o intermediaria?
En el entramado de estos convenios también ha salido a relucir el papel de la Organización Panamericana de la Salud (OPAS). Durante el programa “Más Médicos” en Brasil, la OPAS fue señalada por actuar como intermediaria financiera en un esquema en el que más del 70% del dinero pagado por los servicios médicos iba directamente al gobierno cubano.

En 2019, la organización fue incluso demandada en Estados Unidos, acusada de facilitar un sistema que violaba los derechos laborales y humanos de los trabajadores cubanos.
La OPAS defiende su participación argumentando que actuó como canalizador de ayuda y facilitador del proyecto. Sin embargo, críticos señalan que esa postura encubre una realidad en la que miles de médicos fueron explotados y manipulados con la complicidad de organismos internacionales.
Trabajo forzado con bata blanca
Las denuncias por trabajo forzado o “esclavitud moderna” no son nuevas. Durante años, múltiples organismos han acusado al gobierno cubano de lucrar con el trabajo de sus profesionales de la salud, violando tratados internacionales que protegen a los trabajadores migrantes. El Departamento de Estado de EE.UU. y diversas organizaciones de derechos humanos han puesto el foco en estas prácticas, señalando la falta de libertad, el control estatal, la vigilancia, y el abuso de poder como parte integral de este modelo.
Aunque algunos colaboradores defienden la misión por su componente solidario y por las oportunidades económicas que les representa, la realidad es que muchos la viven con resignación, conscientes de que están sirviendo a un sistema que se enriquece a costa de su sacrificio y limitando su autonomía como personas.
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1 comentario sobre "Ministro de Salud Pública en Cuba admite que se retienen pasaportes a médicos en misiones internacionalistas"