Gobierno cubano revela que el salario promedio en la isla equivale a 16 dólares: una cifra que indigna

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La reciente publicación de la Oficina Nacional de Estadística e Información (ONEI) sobre el salario medio mensual en Cuba ha desatado una oleada de indignación en redes sociales y comunidades dentro y fuera de la isla. Según el informe, en 2024 el salario promedio en el país fue de 5,839 pesos cubanos (CUP), lo que equivale a apenas 16 dólares estadounidenses al cambio informal vigente (363 CUP por 1 USD). Esta cifra revela con crudeza una realidad insostenible: vivir del salario en Cuba es, en la práctica, sobrevivir en medio de carencias extremas.

Dólares, imagem relacionada/ Pixabay

Salarios por provincias: entre la precariedad y la miseria

La Habana encabeza la lista con el salario medio más alto del país: 6,449 CUP. Le siguen Artemisa, Holguín y otras provincias centrales como Ciego de Ávila y Cienfuegos. Sin embargo, estas diferencias no se traducen en mejoras reales en la calidad de vida. En Santiago de Cuba, la provincia con el ingreso más bajo (5,123 CUP), la brecha se siente aún más, profundizando las desigualdades regionales. Mientras tanto, la inflación avanza a pasos agigantados, reduciendo aún más el ya escaso poder adquisitivo de los cubanos.

Un ingreso que no alcanza ni para lo más básico:

El contraste entre el costo de vida y los ingresos es abismal. Testimonios como el de una maestra en Santiago de Cuba ilustran el drama cotidiano: con 4,400 CUP, solo pudo comprar un detergente, dos jabones, una pasta dental y algunos productos de primera necesidad, sin siquiera tocar el área de la alimentación. Un médico, con un salario similar, apenas logra adquirir una libra de carne de cerdo, un cartón de huevos y algo de arroz y frijoles. Así de dura es la realidad para quienes sostienen el sistema de salud y la educación, pilares de la sociedad cubana.

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El espejismo del aumento salarial y la tormenta de la inflación:

Tras la reforma salarial implementada en años recientes, el gobierno cubano prometió que los aumentos mejorarían la vida del pueblo. Sin embargo, la realidad fue otra: los precios de los productos básicos se dispararon mucho más rápido que los ingresos. Este fenómeno, lejos de aliviar, ha agravado la pobreza. Un aumento de salario sin control de precios ni respaldo productivo solo contribuyó a la inflación, deteriorando el acceso a alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad.

La doble Cuba: entre el pueblo de a pie y la élite del poder:

Esta crisis también ha dejado al descubierto las profundas desigualdades entre los cubanos. Mientras la mayoría apenas sobrevive, una élite vinculada al poder disfruta de privilegios y acceso a bienes que el ciudadano común ni siquiera puede imaginar. Los altos dirigentes, empresarios militares y figuras cercanas al régimen tienen acceso a divisas, mercados exclusivos y beneficios intocables. Esta brecha entre la “Cuba oficial” y la “Cuba real” crece cada día, alimentando el descontento y la desesperanza.

Imagem relacionada Colas en mercados de productos básicos

La ineficiencia gubernamental para contener la inflación, garantizar un sistema económico viable y proteger el bienestar de su pueblo ha dejado a millones de cubanos atrapados en un ciclo de pobreza sin salida. El pueblo trabajador —médicos, maestros, obreros— es el que carga con el peso de la crisis, mientras una minoría se beneficia del control total de los recursos. La crisis salarial no es solo una cuestión económica; es una muestra más del profundo abismo que separa al pueblo de sus gobernantes, y del fracaso de un modelo que prometió equidad, pero terminó profundizando las desigualdades.

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